No había nada por hacer, todo ya estaba hecho y decidimos entrar en el lugar donde nacen los pensamientos...
Lo nuestro era buscar el lugar exacto dónde pudimos haber dejado la felicidad...
Y penetramos en nuestra mente...
Una densa oscuridad nos recibió y llegamos a la conclusión de, que eramos impotentes para hablar con la mente...
Encendimos una luz (la luz de la mente) y el instinto nos llevó a la bovéda central, donde dormitaba la felicidad...
La cogimos con cariño, la mecimos como a un niño y decimos salir al mundo real de la vida...
La felicidad reía, pero en nosotros no había ni un poco de alegría...
La felicidad, a veces está dormida y tenemos que saberla despertar...
Lo nuestro era buscar el lugar exacto dónde pudimos haber dejado la felicidad...
Y penetramos en nuestra mente...
Una densa oscuridad nos recibió y llegamos a la conclusión de, que eramos impotentes para hablar con la mente...
Encendimos una luz (la luz de la mente) y el instinto nos llevó a la bovéda central, donde dormitaba la felicidad...
La cogimos con cariño, la mecimos como a un niño y decimos salir al mundo real de la vida...
La felicidad reía, pero en nosotros no había ni un poco de alegría...
La felicidad, a veces está dormida y tenemos que saberla despertar...
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