Hay sensaciones, que se quedan para siempre con nosotros y emociones, que nos acompañan en el viaje de la vida...
Yo nací y crecí dispuesta a recibir tanto sensaciones como emociones, dispuesta a percibir e intuir y lo más maravilloso ha sido; conservar en mi la pasión por ellas....
Hoy escribo sobre una vivencia personal...
En la casa grande de mis padres, el silencio era casi siempre el preámbulo de oír los pasos de mi padre y sentir la sublime emoción de saber, que su música llegaría a mi rincón. Mi padre no sabía, que en el hueco de la escalera estaba yo...
Después del silencio, las notas volaban como gaviotas, en el fondo del salón...
Yo imaginaba sus manos en el piano y a las notas, subiendo y bajando como las olas...
Mi sensación de niña (nueve años) se convertía de forma inesperada en amor...
Mis pies descalzos bailaban, mi boca cantaba y desde mi escondite, la niña que era se convertía en una mujer enamorada del amor...
Al gran ventanal se asomaba la naturaleza y los altos árboles me llevaban a la sensación de, que la vida era un misterio...
Hoy, muchos misterios han quedado al descubierto, pero la casa grande y la música de mi padre siguen intactos en mi corazón...
Yo nací y crecí dispuesta a recibir tanto sensaciones como emociones, dispuesta a percibir e intuir y lo más maravilloso ha sido; conservar en mi la pasión por ellas....
Hoy escribo sobre una vivencia personal...
En la casa grande de mis padres, el silencio era casi siempre el preámbulo de oír los pasos de mi padre y sentir la sublime emoción de saber, que su música llegaría a mi rincón. Mi padre no sabía, que en el hueco de la escalera estaba yo...
Después del silencio, las notas volaban como gaviotas, en el fondo del salón...
Yo imaginaba sus manos en el piano y a las notas, subiendo y bajando como las olas...
Mi sensación de niña (nueve años) se convertía de forma inesperada en amor...
Mis pies descalzos bailaban, mi boca cantaba y desde mi escondite, la niña que era se convertía en una mujer enamorada del amor...
Al gran ventanal se asomaba la naturaleza y los altos árboles me llevaban a la sensación de, que la vida era un misterio...
Hoy, muchos misterios han quedado al descubierto, pero la casa grande y la música de mi padre siguen intactos en mi corazón...
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