Las antiguas ruinas, permanecían estáticas en lo alto de la colina, ancladas en un susurro de silencios...
Nuestras palabras, se convirtieron en un eco sin fundamento...
Dónde el silencio es posible, no se debería hablar, sino contemplar en silencio la profundidad de la paz y hacernos capaces de escuchar el mensaje que nos da: " El paso de los siglos y nosotros, como únicos testigos de los silencios rotos".
Nuestras palabras, se convirtieron en un eco sin fundamento...
Dónde el silencio es posible, no se debería hablar, sino contemplar en silencio la profundidad de la paz y hacernos capaces de escuchar el mensaje que nos da: " El paso de los siglos y nosotros, como únicos testigos de los silencios rotos".
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