Cuando menos te lo esperas

Nuestra primera sorpresa nos llega en el amanecer y ver, que está nevando...
En este paisaje blanco, buscamos con la mirada dónde hemos aparcado el coche...
Desde nuestro lugar caldeado nos cuesta aceptar lo que no esperábamos...
Nuestro paisaje personal cambia continuamente, a veces es la ilusión y otras la desilusión. Lo sorprendente nunca es estático y pocas veces estamos preparados para esperarlo...
Mientras la nieve sigue cayendo, aún seguimos buscando nuestro coche negro, cuando en realidad todos son blancos...
No sabemos aceptar lo extraordinario, que la vida nos da. No sabemos comprender los mensajes de la naturaleza...
Cuando menos te lo esperas, tendrás sensaciones nuevas, que pueden hacer que aunque no encuentres el coche, puedes sentir la calidez que hay en ti...