La fascinación puede ser tan fuerte, como para desbordarse en nuestro interior y a veces no es una, sino varias fascinaciones las que nos llegan...
La sensibilidad por la belleza nunca nos deja indiferentes...
En esa carretera, donde se suceden los paisajes, cada recodo nos lleva a sentir los múltiples mensajes, que nacen de nuestro interior...
Estamos, sin estar en un lugar concreto porque; nos fascinan las visiones, los deseos e intuiciones...
Aunque estemos solos, vamos acompañados de muchas sensaciones y emociones...
Lo nuestro es: lo múltiple y disperso. Nunca nos anclamos en un lugar concreto...
Solo en el amor encontramos nuestra verdadera identidad y por mucho que viajemos y estemos donde estemos, solo el amor nos da la fascinación de sentir la unidad entre el cuerpo y el alma...
Una fascinación cargada de emoción .
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