Vivimos y morimos anclados en las propias ideas, en un mundo incapaz de aceptar las distintas alternativas, que nos pueden dar el optimismo y la cordialidad...
Porque ante todo, el hombre exige rigurosa seriedad y es que eso de quitar hierro, no nos va...
Si a media noche el niño llora, le ponemos el chupete (un engaño) le damos de comer y si está limpio: le decimos, que se duerma de una vez...
Seguramente no habéis pensado en jugar un rato con él y es, que un niño reclama por lo que es: un niño...
Y aquí entra nuestra intransigencia y seriedad, cuando un niño necesita optimismo y cordialidad...
Muchas alternativas ni se usan ni se miran...
En un mundo innovador y cambiante, resulta agobiante ver, que muchas cosas siguen igual...
Porque ante todo, el hombre exige rigurosa seriedad y es que eso de quitar hierro, no nos va...
Si a media noche el niño llora, le ponemos el chupete (un engaño) le damos de comer y si está limpio: le decimos, que se duerma de una vez...
Seguramente no habéis pensado en jugar un rato con él y es, que un niño reclama por lo que es: un niño...
Y aquí entra nuestra intransigencia y seriedad, cuando un niño necesita optimismo y cordialidad...
Muchas alternativas ni se usan ni se miran...
En un mundo innovador y cambiante, resulta agobiante ver, que muchas cosas siguen igual...
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