Esperamos con ansia arrolladora todos los desenlaces, sean o no sean personales...
Quizás sea un defecto humano o más bien una enfermedad contagiosa: la impaciencia...
En los viajes, queremos llegar y al poco deseamos volver...
El final, siempre nos mantiene en vilo, cuando el final es siempre el principio de otra secuencia, de manera, que nuestra vida solo esta hecha de puntos suspensivos...
Quizás sea un defecto humano o más bien una enfermedad contagiosa: la impaciencia...
En los viajes, queremos llegar y al poco deseamos volver...
El final, siempre nos mantiene en vilo, cuando el final es siempre el principio de otra secuencia, de manera, que nuestra vida solo esta hecha de puntos suspensivos...
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