Aunque el silencio nos cubra en esta noche callada, aunque las sombras encubran las ansias desmesuradas, siempre iremos buscando poder desnudar nuestra alma...
En el profundo silencio, cuando las luces se apagan, los pensamientos se agrandan de forma desmesurada...
Solo el viento se hace cómplice de los silencios y las palabras...
Somos los mudos testigos de la propia soledad y de los peligros, que implica ser peregrino, porque vivir es; no dejar de caminar, contemplando ese Infinito, sin poderlo alcanzar...
Llegar, siempre es lo primero, pero llegar cuesta lo suyo porque; nuestros zapatos nuevos no pueden cruzar los surcos, el equipaje nos pesa y nos pesa el desaliento de lo incierto. Lo incierto de las ideas, el desconcierto del pensamiento ajeno...
De nada sirven los esquemas, ni sirven las manos llenas, porque siendo humanos nos vencen los miedos...
Prescinde del equipaje, prescinde de tu sabiduría, busca solo; la fuerza de tu corazón y llena tus ojos de ilusión y te aseguro un feliz viaje de tu vida...
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