Poco a poco, las luces se han ido apagando y la casa ha quedado en silencio...
Como transfondo, escucho los sonidos familiares, que noche tras noche, surgen de la oscuridad...
El viento parece estar jugando ahí afuera y su sonido, no sé si es quejumbroso o de júbilo y hasta presiento, que la verde arboleda se estremece, no sé si de placer o de dolor...
El sueño, no puede jugar conmigo, pues me rindo fácilmente a él, me abrazo a él y en un instante, me voy al limbo de los sueños...
Alguna vez me ha costado dormirme, entonces en vez de "contar ovejas" que es lo normal, abro la ventana y cuento estrellas...
Os deseo, un sueño reparador...
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