No existe una receta concreta para poder conseguir la felicidad, pero hay pequeños trucos y pequeñas ideas, que nos pueden llevar actitudes muy positivas...
Estamos tan acostumbrados a la rutina, que no sabemos salir de ella...
Tendríamos, que comprobar, que somos geniales en muchos aspectos, aunque nunca hayamos usado la genialidad, que en realidad es: la chispa de la vida...
Este año mi felicitación de Navidad, no es como cada año es: diferente y genial...
Este año voy de casa en casa de mi familia y les doy personalmente mi felicitación, que consiste en: una botella de champan y una de agua mineral...
Las risas y las sonrisas que recibo me están dando muchísima felicidad...
Hay que romper moldes y buscar al duende, que todos llevamos dentro, hay que usar la genialidad, que nos saca de la excesiva sobriedad...
Es preferible, desbordarse a permanecer estanco, ser esplendido en dar y en darse, ser lo que nunca hemos sido (yo ahora, estoy corriendo la maratón del siglo).
La felicidad , es a veces salirse de uno mismo y comprobar, que la alegría ajena, se contagia...
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