Estamos partidos en dos mitades y de esas dos, solo usamos una...
Una mitad la usamos para lo tangible de personas y cosas posibles y como las podemos alcanzar, ya no deseamos más...
La otra mitad de nuestro ser, se queda en la mas completa oscuridad...
Dentro de esa oscuridad está lo mejor de la vida: deseos y sentimientos e incluso argumentos de película...
Como estamos dispersos, no solemos bajar a esa profundidad donde vamos depositando lo que vulgarmente llamamos "trastos", pero que en realidad son delicias y sutilezas de ilusiones y fascinaciones, que damos ya por perdidas...
El miedo, siempre el miedo, persigue nuestra vida y ahí quedamos partidos rompiendo el ciclo de nuestra vida...
En el fondo de nosotros está, ese niño que mendiga cariño, en el fondo de nuestra oscuridad, están nuestras libertades...
Enlaza tus dos mitades...
Una mitad la usamos para lo tangible de personas y cosas posibles y como las podemos alcanzar, ya no deseamos más...
La otra mitad de nuestro ser, se queda en la mas completa oscuridad...
Dentro de esa oscuridad está lo mejor de la vida: deseos y sentimientos e incluso argumentos de película...
Como estamos dispersos, no solemos bajar a esa profundidad donde vamos depositando lo que vulgarmente llamamos "trastos", pero que en realidad son delicias y sutilezas de ilusiones y fascinaciones, que damos ya por perdidas...
El miedo, siempre el miedo, persigue nuestra vida y ahí quedamos partidos rompiendo el ciclo de nuestra vida...
En el fondo de nosotros está, ese niño que mendiga cariño, en el fondo de nuestra oscuridad, están nuestras libertades...
Enlaza tus dos mitades...
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