Testigo de lejanías infinitas, de profundos silencios, en un lugar donde jamás hay prisa...
La soledad de la tierra, ha cincelado en ese ser humano; una sonrisa tierna y un rostro curtido, como conviene al testigo de los silencios...
Su morada, no es gran cosa, más que una casa, parece una choza y si miras a su dueño ya no sabes que pensar...
"Las apariencias engañan"...
Cuando traspasas el umbral de ese hogar, te ves envuelto en el desconcierto de la calidez que te abraza...
Enseguida, ese testigo anónimo de las lejanías infinitas, te ofrece con su silencio: una aromática taza de té..
Sus palabras son frases cortas y de gran educación y te quedas con la incógnita de saber quien es, pero él repite una y otra vez: "Soy solo el mudo testigo de los ocasos y amaneceres que, los hombres se pierden".
Precioso...y nos perdemos tantas y tantas cosas ...que pasan en el día a día , por suerte te tenemos a tí para refrescarnos la memoria y recordar lo que en verdad es prioritario.
ResponderEliminarFelicidades por ser como eres !!!
Besos !!!