Aunque vivimos dentro de nuestro rectángulo personal, nos vemos obligados a salir al exterior de cuando en cuando...
En todas nuestras salidas, vemos que las figuras geométricas de los demás difícilmente encajarían en nuestro particular rectángulo...
Nunca llegaremos a comprender las ideas ajenas, cuando dentro de nuestro rectángulo poseemos no solo la temperatura ideal, sino una idea hecha a nuestra medida..
En nuestro interior, comprobaremos que necesitamos: una mirada en nuestra mirada, una caricia,, una palabra...
Y es que; en la soledad de nuestra geometría, no somos nada...
En todas nuestras salidas, vemos que las figuras geométricas de los demás difícilmente encajarían en nuestro particular rectángulo...
Nunca llegaremos a comprender las ideas ajenas, cuando dentro de nuestro rectángulo poseemos no solo la temperatura ideal, sino una idea hecha a nuestra medida..
En nuestro interior, comprobaremos que necesitamos: una mirada en nuestra mirada, una caricia,, una palabra...
Y es que; en la soledad de nuestra geometría, no somos nada...
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