En todos los caminos del atardecer, el cielo arde...
Es la hora del retorno y arrastrando el cansancio del día, regresamos al hogar...
A la llegada, nos podemos encontrar con un horno de amor y felicidad o la calma de un paraíso terrenal...
También podemos encontrarnos con el frío, donde todo nos espera congelado, con el trabajo añadido de tener que descongelar...
Lo ideal es; encontrar un ambiente caldeado, donde las sonrisas sean el milagro hecho realidad...
Uno solo, no es nada, pero "más vale estar solo que mal acompañado".
Uno solo puede soñar y sentirse arropado por la sensibilidad que los sueños siempre dan...
En todos los caminos del atardecer está el milagro de nuestro ser, con sus fatigas y desánimos, con sus deseos...
Paso a paso, la noche nos va llegando para regalarnos no solo el descanso, sino también esas estrellas que parpadean tímidas y luminosas en el oscuro Universo, mientras nuestro universo personal se entrega al sueño...
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