Podría ser que, viendo no veas...
Lo más cercano es a menudo lo que menos se ve...
La mirada, abarca infinitas lejanías de paisajes y horizontes, mientras nuestra mirada interior nos reclama palpar esa arboleda o ese pueblo sumergido en la niebla matinal...
Todo lo lejano, nos seduce...
Ese río de fondo azulado que, se desliza a tus pies, no lo ves. Ni tampoco te das cuenta de ese cielo que, con sus mil matices te acompaña...
Quieres ver y no ves lo cercano, eso que forma parte de tu vida, lo que tienes al alcance de la mano...
Con los sueños sucede lo mismo, algunos son posibles y otros son: tan imposibles, que no los debes soñar...
Hay un lenguaje oculto en todo cuanto nos rodea, solo hace falta que aprendas a ver...
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