La luz del amanecer, que junto con la luz de la mente, forman un tándem perfecto...
Conservar la serenidad en medio de una tormenta; interior o exterior...
Poner rumbo fijo en nuestra vida, sin olvidarnos de la felicidad...
Mantener encendida la hoguera del amor a pesar de los chaparrones que nos puedan caer...
Ser para nosotros mismos: agua clara y para los demás ser: un inmenso mar de amor...
Todo será del color del cristal con que lo mires pero, las pequeñas y grandes maravillas seguirán siendo maravillosas, aunque te niegues a verlas...
¡Maravíllate!
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