Sin conservantes

Cuando uno se halla envuelto en la ola de la felicidad, baja hasta la profundidad, para sentirse como: "pez en el agua" y sin duda todos tenemos cabida en esa ola...
Cuando nos llega el momento de salir a flote, o sea: volver a la realidad, sería bueno intentar conservar el grato sabor de los buenos momentos y el inconfundible aroma de la plenitud...
Conservar la felicidad es, la cosa más simple, porque no se requieren conservantes ni colorantes...
Nuestro corazón, ya tiene el suficiente calor como para que: la dicha se mantenga inalterable en nuestro ser...