En medio de la noche, una gran tormenta hizo que se fuera la luz y la casa se convirtió en, una jaula de fieras...
Me abrace fuerte a la inesperada felicidad de poder contemplar en vivo y en directo, la densa oscuridad...
De dormir, no dormiría...
Atravesé descalza toda la casa y tras la gran cristalera escruté la lejanía, mientras la tormenta me ofrecía la maravilla de su concierto...
En el silencio del amanecer, recibí un maravilloso regalo: viento frío y todo el jardín nevado...
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