Sin más apoyo que los pies, iniciamos el descenso, a ese fondo inexplorado...
Nuestra mente está en blanco a pesar de la densa oscuridad, solo los ojos se hacen capaces de captar esa negrura insegura...
Nuestra filosofía de la vida, en este lugar, no nos sirve para nada...
Con cautela, eliminamos todos los miedos (es un decir) y en esa caída libre hacia la oscuridad, se asoma a nuestra mente; el verdadero valor de la vida y de la luz...
Mientras realizamos la proeza del riesgo, nos vemos realizados como: seres divinos, con aureola incluida...
Una vez llegados a las profundidades de ese vertiginoso descenso, nos llega el momento de:
¿Qué hacemos en este lugar? y más de uno (aunque no lo diga) se ha sentido indefenso...
Es bueno recordar que: se ha de ser leal con uno mismo y que aún siendo hombres, tenemos mucho de niños...
Nuestra mente está en blanco a pesar de la densa oscuridad, solo los ojos se hacen capaces de captar esa negrura insegura...
Nuestra filosofía de la vida, en este lugar, no nos sirve para nada...
Con cautela, eliminamos todos los miedos (es un decir) y en esa caída libre hacia la oscuridad, se asoma a nuestra mente; el verdadero valor de la vida y de la luz...
Mientras realizamos la proeza del riesgo, nos vemos realizados como: seres divinos, con aureola incluida...
Una vez llegados a las profundidades de ese vertiginoso descenso, nos llega el momento de:
¿Qué hacemos en este lugar? y más de uno (aunque no lo diga) se ha sentido indefenso...
Es bueno recordar que: se ha de ser leal con uno mismo y que aún siendo hombres, tenemos mucho de niños...
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