Sin más techo que, este cielo personal, el hombre, no ve más allá de su visión humana...
Se ignoran los cielos ajenos, las montañas de otro país, los caminos dispersos de todo el planeta...
Nuestro pedazo de cielo es; el mágico velo que, nos envuelve, es el lugar concreto de nuestra vida...
Y ahí nos quedamos, sin más anhelos de lo que somos o tenemos...
Los otros cielos; los ignoramos, los evitamos, los descartamos de nuestra vida...
El cielo, da mucho que pensar, porque en nuestro mundo, ningún cielo es igual...
En nuestra noche, la bóveda celeste se cubre de miles de estrellas, pero existen otros cielos que, son de oscuridad total...
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