Y de repente, se han encendido las luces en el gran árbol de la Navidad...
Los rincones más oscuros están resplandecientes y una inmensa muchedumbre contempla absorta las miles de luces que, parecen haber caído del cielo...
Si te alejas del bullicio, la luz deja de ser luz, para convertirse en oscuridad...
En nosotros hay grandes espacios oscuros...
Hoy, más que nunca se han de encender todas las luces de nuestro ser interior, hasta convertirnos simbólicamente en; un árbol viviente, capaz de derramar el resplandor de nuestra alegría, el optimismo, el amor...
El árbol de la Navidad es más un símbolo, el ser humano es el amor. Y aunque el mismo hombre a veces lo ignora, es una gran realidad...
Las luces del exterior se apagarán, solo nosotros podremos derramar nuestra luz personal, a lo largo de toda la vida y hacer que en nuestra existencia, siempre sea Navidad...
Los rincones más oscuros están resplandecientes y una inmensa muchedumbre contempla absorta las miles de luces que, parecen haber caído del cielo...
Si te alejas del bullicio, la luz deja de ser luz, para convertirse en oscuridad...
En nosotros hay grandes espacios oscuros...
Hoy, más que nunca se han de encender todas las luces de nuestro ser interior, hasta convertirnos simbólicamente en; un árbol viviente, capaz de derramar el resplandor de nuestra alegría, el optimismo, el amor...
El árbol de la Navidad es más un símbolo, el ser humano es el amor. Y aunque el mismo hombre a veces lo ignora, es una gran realidad...
Las luces del exterior se apagarán, solo nosotros podremos derramar nuestra luz personal, a lo largo de toda la vida y hacer que en nuestra existencia, siempre sea Navidad...
No hay comentarios:
Publicar un comentario