Allí estábamos todos...
El vino helado era muy refrescante y no se me ocurrió pensar en las consecuencias de ese brebaje y ya podéis imaginar lo que pasó con la segunda copa...
A los niños los veía multiplicados por cien, que ya es decir, ¿no?
Hasta llegué a pensar que tenia cien nietos...
No estoy acostumbrada a beber y suerte que enseguida me serené y llegue a la conclusión de que; cien era una locura y comencé a restar...
Ahora me doy cuenta de lo peligroso que es verlo todo doble, aunque tenga sus ventajas...
Al dinero, si lo ves doble es fantástico, en el amor, resulta bastante peligroso...
A las tres de la madrugada, cuando volví a casa, todas las luces estaban encendidas y la música sonaba por todo lo alto...
La culpa era mía, solo mía, pues antes de irme a la cena lo deje todo dispuesto para que, mi perro tuviera un poco de animación...
Es sorprendente las cosas que me pasan y encima , poderlas contar...
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