De vez en cuando va muy bien hacer limpieza general y llegar dónde casi nunca se llega hoy, me he metido de lleno en una de esas limpiezas y he descubierto una araña diminuta que, ajena a mi presencia se columpiaba en un hilo casi invisible...
Subía hasta lo alto para dejarse caer sin ningún temor...
Los hombres también escalamos montañas, escalamos el éxito, pero eso de dejarnos caer, sobre todo en dividendos, no nos va...
En la vida, lo que menos deseamos es la caída, en todos sus sentidos, porque caer es siempre perder...
La araña, en su pequeñez nos da una gran lección, en su caída libre: vive y es feliz...
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