Se levantaba al amanecer...Cruzaba en silencio aquel largo pasillo y se instalaba en su pequeño estudio y comenzaba el ritual de coger con manos temblorosas el antiguo pergamino, para descifrar su contenido...
Llevaba años entregado en aquel trabajo y aun le quedaba mucho por acabarlo...
En la vida, todo se quiere al instante, sin pensar en los errores, como si la prisa pudiera darnos la perfección...
Por el camino se quedan palabras, que la prisa se quedó...
Todo lo grande necesita tiempo...
La grandeza sólo se alcanza en la rutina de la constancia, de horas, días, años...Y eso es válido para casi todas las cosas de la vida...
Se trata de: ir subiendo peldaños que, implican sacrificio constante, donde el final siempre estará lejos...
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