No habrías de tener junto a tu cama ese saco lleno de preocupaciones...
Deberías vaciarlo y dejar que, el viento frío de la noche se llevará en volandas esas preocupaciones que te embargan...
Deberías asumir tu condición humana y cubrir tu indefensión con una manta liviana...
No debes sentir la pesadez de esas ideas malsanas que, anulan la lucidez y roban la paz del alma...
Deberías saber: que pronto llegará el alba y tus pies habrán de andar los senderos que te aguardan...
Junto a tu lecho pondrás ilusiones y esperanzas y alejarás las tensiones...
La pequeña luminaria del amor llenará toda tu alcoba y te infundirá calor...
Amigo mio, duerme tranquilo...
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