Las primeras hojas del otoño han comenzado a caer...Es como una lluvía de ocres y dorados...
La melancolía asoma tímidamente en el horizonte, tras ella viene el largo invierno...
Todo tiene su encanto y nada ha de ser capaz de borrar nuestra sonrisa y la ilusión por soñar...
El otoño nos regala sus reflejos dorados...
Si la apatía, la melancolía o la tristeza irrumpen en nuestra vida, lo mejor es: reírse de uno mismo y caminar sin descanso, dejando nuestras huellas en el oro de los campos.
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