Estábamos cara a cara, tú eras el que caminaba a mi lado...
Aún recuerdo tu expresión, parecías ausente, sonreías y sin embargo lo tuyo no era una ausencia, tenías en la mente la constante presencia de un montón de problemas...
Tu sonrisa era el disfraz idóneo para no ponerte a llorar...
Pocas muy pocas veces nos damos cuenta de la verdad que esconde el corazón humano...
Y que pocas veces también, somos nosotros capaces de expresar lo que sentimos...
El mar sin fondo de todo ser esconde los más profundos misterios...
Muchos querrían ser acompañados para bajar a esas profundidades del propio mar.
La soledad, la incomprensión anulan nuestros más profundos deseos...
Aprendamos a bucear en los mares ajenos...
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