Un soplo de aire

Estamos obsesionados por airear nuestros hogares, obsesionados por airear toda clase de cotilleos, cuando en realidad lo que más necesitamos es: un soplo de aire matinal sobre nuestros rostros...
El aire es incoloro y a la vez tan sutil que nos ofrece la lección de la pesadez de nuestras vidas humanas...
Intentemos ser ágiles como el viento, transparentes como su consistencia y libres como su propia libertad...

Un baile apasionante

Había estrujado tanto su mente, que ya no quedaba en ella ninguna idea, aun y así no fue capaz de rendirse, ante la oscuridad insondable de su mundo interior...
En el silencio del atardecer, no halló una palabra que pudiera seducirle, ni tan siquiera una definición...
Fue entonces, cuando la penumbra del atardecer comenzó su intrigante baile de luz y sombras, las paredes de la estancia parecían contener un bosque entero, los árboles parecían haberse instalado junto a él...
El baile de las sombras tenia un movimiento sugestivo y la mente se fue llenando de mil definiciones...
El ser humano no da valor a ese extraño baile de luces y sombras que, la existencia ofrece constantemente y es que, el hombre o bien prefiere la luz o la oscuridad...
No nos queda tiempo para contemplar ocasos o amaneceres, lo nuestro es: la noche o el día...
A las sombras hay que mirarlas desde todos los ángulos.
Sólo entonces, veremos la magia de los árboles y las montañas en la pared de nuestra alcoba...

Las olas de tu mar

Mientras el viento barre las nubes, el sueño aun se columpia en tu rostro adormecido...
Mientras las flores se abren en recodos escondidos, la indecisión se apodera de tu cuerpo entumecido...
Mientras los árboles se agitan, tú aun estás medio dormido...
Abre los ojos y mira, la largura del camino y déjate hoy empujar por el ansia de llegar...Donde llegues es igual, pero ponte en camino, porque queda mucho por andar...
Abre los ojos y mira a esas nubes que rompieron las olas de tu mar...
No te inquietes de tu pasión por soñar, porque los sueños son tuyos y de nadie más...

El círculo mágico

Hace frío ahí afuera y a pesar de que estás mirando las estrellas, adivino que lo que necesitas es calor...
No un calor cualquiera, un calor acogedor que más que calentar tu cuerpo sea capaz de caldear tu alma...
Atrévete a entrar en el círculo de la buena amistad...
En medio de este campo yermo, que es el mundo, hay una hoguera encendida, que es el fuego del amor, la comprensión y la buena amistad...
El fuego de nuestra hoguera no se apaga jamás, sus llamas chisporrean y el solito nos hace una sopa...
Junto a este fuego hay otro fuego mucho más elocuente y potente, que es nada menos que el calor de la amistad...
No te quedes afuera, entra en el círculo del diálogo, que es un círculo mágico y sorprendente, porque todavía queda mucho por decir y mucho por escuchar....
¿Hablamos?...

Dar y retener

Dicen que en la palma de la mano se halla escrito el porvenir...
La palma de la mano es un cuenco donde beber, un  lugar hecho para acariciar...
La palma de la mano puede retener y al mismo tiempo dar.

Después de buscar

Después del silencio, llegaron los sonidos, ecos de mil palabras poblaron los caminos...

Tu silencio estaba inmóvil contemplando tu mutismo y buscaste por buscar, al azar

algún extraño espejismo, en donde poder hallar alguien con quien hablar y poderle dar algo de ti mismo...

Escuchar es un gran don y saber hablar una gran cosa...

A menudo el silencio nos atrapa y las palabras quedan prisioneras en nuestro interior...

El silencio es la causa de sentirse incomprendido...

Todos tenemos algo que decir y mucho que dar de nosotros mismos...

El laberinto de las ideas

                                                                                                                                                                                                           

Hemos andado y desandado los caminos todos de la tierra...

Nuestras ideas convergen hacia nuestro lugar de origen...

La idea siempre nos ha empujado hacia lugares lejanos, laberintos sin principio ni fin, donde los escaparates del mundo lucen en todo su esplendor...

Muchas veces nos perdimos entre bosques de cemento y nos dimos de bruces con muros imposibles de escalar...

Lo nuestro es: la idea fija, llegar, dejar atrás otras ideas...

Repetimos una y otra vez que: "hemos crecido", pero no hemos analizado el crecimiento de la idea misma...

Me atrevería a decir que, aun estamos en la infancia, porque un laberinto es más bien cosa de niños...

La verdadera madurez es salir del rectángulo de ese angustioso laberinto de ideas entrecruzadas y aprender a caminar campo a través, ir al encuentro de la realidad y tomarla como idea de superación...

La duda

Siempre habrá lugar para la duda...
Las vacilaciones son dudas...
Dudamos, sobre todo de los demás, la incógnita del hombre nos desespera...
Cuando uno pierde la fe en si mismo, las dudas hacia el prójimo se agrandan...
Las vacilaciones son miedos que se revisten de pequeñas y grandes dudas...
Tememos a las tormentas, tememos hacer el ridículo, tememos el paso del tiempo...
Dudamos ante los cambios de nuestra vida...
No nos damos el valor que merecemos, vivimos sin vivir...
Mientras nuestras dudas se agrandan, empequeñecemos, cuando en verdad: ninguna duda tendría que menguar la grandeza de nuestra condición humana...

Demasiado

La palabra "demasiado" nos absorbe...
Pensamos "demasiado"...Damos mil vueltas a las preocupaciones y estas se convierten en una montaña...
Vivimos "demasiado" aprisa...Todo nos resbala, por el hecho de querer estar en todo...
Nos preocupamos "demasiado"... y a veces sin necesidad...
Confiamos "demasiado" en nuestras solas fuerzas...
Somos "demasiado" egoístas con nuestras convicciones...
El  "demasiado" nos parece poco...
Y aun hay más Demasiados"...

Crear el propio diccionario

El ser humano es un libro abierto...
Cada persona define una misma cosa con distintas formas de expresión...
La raza humana es tan variada que cada ser humano tiene su propio vocabulario...
Ser parco en palabras no quiere decir, carecer de ideas, sino más bien vivirlas de puertas adentro...
Cada uno es un libro abierto o cerrado, cada cual es un gran y completo diccionario, donde aprender la lección de la convivencia...
Los ojos del ser humano son el preámbulo de todas las líneas de nuestro diccionario interior...

De buena madera

Muchos seres humanos son de hierro, inmunes a sentimentalismos y delicadezas...

Con los años, el carácter férreo se oxida, dando lugar a la egolatría de las ideas fijas...
También hay seres humanos hechos de buena madera, que con los años se han ido puliendo y se han sabido conservar de las corrosiones del exterior...

El gran problema de la humanidad es la convivencia de la dureza del hierro y la blandura de la buena madera....

Por algo se empieza...

Comencemos a dejar los pálidos colores de nuestra existencia...
Comencemos a ser geniales y creativos, aprendamos a saber aliñar la sobriedad de la rutina y a saber sacar lo mejor de nosotros mismos...
Iluminemos los rincones oscuros y demos un poco de nuestra luz a los pesimistas, repintemos los desconchados con insólitos colores...
Comenzar es: encauzar la imaginación desbordada, llenemosla de la realidad personal...
Nada es obra de un instante, todo va paso a paso..
Nosotros somos un eslabón de una gran cadena.Una cuenta diminuta que busca enzarzarse con otras cuentas y así adquirir la fuerza de comenzar a cada instante la búsqueda de nuestro lugar en el mundo....
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Alegría

La alegría es muy frágil, puede romperse en un instante...
Independientemente de las preocupaciones y sufrimientos, la alegría es afín al hombre es, una manera positiva de encauzar la existencia...
Es tomarlo todo tal como nos viene...
La alegría no nos llega de afuera, nace y se expande desde nuestro interior...
Demasiada sobriedad nos quita la ocasión de ser felices...
Por rebuscarnos demasiado en nuestro interior nos perdemos la sal de la vida...
La alegría anula el pesimismo...
La alegría contiene todos los colores del Universo y los aromas de todas las flores...
En nuestro interior hay un jardín, que debería de estar florido en todas las estaciones del año...

Tú, yo y los otros

Ni tú ni yo tenemos la culpa de todo cuanto acontece...
La culpa la tienen ellos, pero ¿Quienes son ellos?
Pues, somos todos...
Unos echan una poquita de leña y otros un montón...
El fuego arde, pero claro está que no arde solo, alguien o algunos tiran la cerilla...
Lo mejor es: permanecer en la orilla de ese río de aguas mansas y dejar que los otros hagan y deshagan a su antojo...
Ni tú ni yo tenemos la culpa de todo cuanto acontece...

Nuestra alma necesita de unas vacaciones

Hemos estado buscando ese hotel, ese lugar soñado, para dar descanso a nuestro cuerpo, que dicho sea de paso; no está cansado...
Necesitamos quizás por costumbre, hacer las maletas e irnos de la rutina, necesitamos ver otras caras, que nos hagan la comida, necesitamos, siempre necesitamos miles de cosas...
La verdad es que: somos exigentes con nuestro cuerpo, somos esclavos de él...
Necesitamos; baños de arcilla, masajes y un sin fin de cuidados...
Nada es suficiente para la satisfacción del cuerpo, pero, ¿Y el alma?
Nuestro interior reclama una atención especial...
El alma es frágil y necesita muchos mimos y cuidados, que solo nosotros podemos darle...
Nuestra alma no necesita masajes, ni tan siquiera un hotel, solo te necesita a ti...
¡Felices vacaciones!