Nos adentramos en la penumbra de un gran museo y tomamos conciencia de los rostros que se asoman a nuestro paso...En el claroscuro de los largos pasillos el silencio se va agrandando por momentos y nuestra respiración se convierte en una pesadilla...
En el laberíntico recorrido, las miradas de muchos ojos no nos pierden de vista...
Estamos siendo observados minuciosamente por: emperadores y reyes, por nobles y cortesanas...Este es un silencio expectante como si, todos y cada uno de los múltiples personajes quisieran entablar una conversación...
Si hemos venido a buscar la paz contemplando el esplendor del arte, si somos novatos, podemos quedar defraudados...Porque el arte exige un diálogo constante, un avanzar y retroceder por ese mundo oscuro que es el museo...Mirar cara a cara a esos hombres y mujeres, seres humanos, al fin...
En el laberíntico recorrido, las miradas de muchos ojos no nos pierden de vista...
Estamos siendo observados minuciosamente por: emperadores y reyes, por nobles y cortesanas...Este es un silencio expectante como si, todos y cada uno de los múltiples personajes quisieran entablar una conversación...
Si hemos venido a buscar la paz contemplando el esplendor del arte, si somos novatos, podemos quedar defraudados...Porque el arte exige un diálogo constante, un avanzar y retroceder por ese mundo oscuro que es el museo...Mirar cara a cara a esos hombres y mujeres, seres humanos, al fin...
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