De los múltiples caminos de la vida, el que más nos seduce es aquel que nos lleva de regreso al hogar...
Se da el caso de que, muchos hogares son un infierno, todo y así nuestras raíces están ahí...
Cada camino ofrece una alternativa diferente, todos y cada uno pueden seducirnos...
El atardecer nos sugiere volver sobre los pasos...
Las primeras estrellas ya nos insinúan ese atajo que, apenas está en condiciones de ser andado...
Nuestros ojos no se cansan de contemplar esa hondonada oscura que vamos dejando atrás y esa acogedora luz que nos espera en la cima del montículo...
El olfato rastrea el aroma de la sopa...
A medida que avanzamos, alabamos ese atajo casi sublime capaz de llevarnos a la puerta del hogar...
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