La exquisita sobriedad de aquel hogar daba la bienvenida al visitante y uno no sabía en donde poner los ojos y los pies...
En un lugar tan aséptico no había lugar donde sentarse...
Según dijeron sus dueños la casa era muy cómoda, pero todo y así a la casa le faltaba alma...
Después de largo rato de estar en aquel lugar pude comprobar que allí nadie reía...
Y es que las casas necesitan una pizca de locura...Los hombres necesitamos reirnos y que nuestra risa circule libremente por todas las estancias...Y no me refiero a la risa tonta, sino a esa otra risa: la verdadera.
La risa es, la loca de la casa, la que lo transforma todo, es la mejor música, no ocupa espacio pero nos llena de bienestar...
Demos la bienvenida a la alegría y que la loca (la risa) transforme nuestra vida...Ja, ja ja...
En un lugar tan aséptico no había lugar donde sentarse...
Según dijeron sus dueños la casa era muy cómoda, pero todo y así a la casa le faltaba alma...
Después de largo rato de estar en aquel lugar pude comprobar que allí nadie reía...
Y es que las casas necesitan una pizca de locura...Los hombres necesitamos reirnos y que nuestra risa circule libremente por todas las estancias...Y no me refiero a la risa tonta, sino a esa otra risa: la verdadera.
La risa es, la loca de la casa, la que lo transforma todo, es la mejor música, no ocupa espacio pero nos llena de bienestar...
Demos la bienvenida a la alegría y que la loca (la risa) transforme nuestra vida...Ja, ja ja...
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