Se puso sobre los hombros el chal de cachemir...Descalza recorrió el largo pasillo...
En el jardín le esperaba un bailarín imaginario...La música se filtraba por entre los árboles y el pequeño jardín se convirtió en una pista de baile donde ella bailaba con aquel ser que a ella se le antojaba casi real ...
No hay nada como, imaginar e improvisar...Ser uno mismo, porque muchas veces tenemos necesidad de ser simplemente nosotros ...
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