Este era un ejecutivo con un horario de trabajo muy flexible...Dormía a pierna suelta y se levantaba con el tiempo justo (nunca antes de las nueve de la mañana). Este hombre no habia visto jamás un amanecer...Hasta que un día el sonido del teléfono lo despertó justo cuando amanecía...y fue entonces cuando, a través de la ventana contempló el primer amanecer de su vida...
Todos tenemos grandes y pequeñas posibilidades para descubrir en lo que nos rodea, incluso en los seres humanos grandes sorpresas...La rutina esconde maravillas que pasan desapercibidas...Sólo hace falta: salir al encuentro de ellas ...
Me encanta lo que escribes!.Besos
ResponderEliminarPues si...estoy de acuerdo.Tenemos siempre tanta prisa, que la mayoria de las veces se nos pasa por alto,lo mejor de la vida.
ResponderEliminarUn millon de besos.
Ahhh! y te felicito por el perfil que estrenas hoy en tu blog.
Yolanda.